El Consejero de Patrimonio Histórico del Cabildo de Fuertventura, Andrés Briansó, junto a representantes del área de Patrimonio Histórico y del Museo Arqueológico de Fuerteventura tuvieron recientemente una reunión con el Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife para hacer balance de los trabajos realizados en la excavación arqueológica de los yacimientos de la isla de Lobos, así como plantear la firma de un nuevo convenio de colaboración entre entidades que cuenta con la participación de la Universidad de la Laguna.
El yacimiento, descubierto a principios de 2012, constata la presencia de un asentamiento de origen romano dedicado a la extracción de la Stramonita haemastoma, un material muy apreciado en la época como tinte de tejidos. Los restos hallados hasta la fecha señalan la existencia de un taller de púrpura en su emplazamiento original de trabajo, un espacio dedicado al procesamiento de estos moluscos marinos para su posterior venta en el Mediterráneo como materia prima para el teñido de color púrpura de túnicas, símbolo de prestigio y poder que justificaba que fuera un producto muy codiciado y de un elevado precio.
Los investigadores sitúan los materiales estudiados, entre los que destacan varios tipos de ánforas y restos de diversos recipientes cerámicos, como característicos de la zona del bajo Guadalquivir durante la época alto-imperial romano (siglos I a.C. a I d.C.).
El Consejero Insular se ha comprometido a impulsar las actuaciones a realizar en estas excavaciones “con el potencial de cambiar los libros de historia de las islas y que pueden dar pie a nuevas campañas en otras localizaciones basadas en sus resultados”. Y continúa, “estamos, por ahora, ante el yacimiento de época romana más importante de Canarias y por su ubicación sitúa al islote de Lobos como límite de los intereses romanos en la fachada occidental atlántica en relación con el aprovisionamiento y explotación de la púrpura.”