Schumacher no volverá a ser el que era antes y, posiblemente, tampoco alguien ni remotamente parecido. El legendario piloto alemán sigue su lenta recuperación en su casa en el lago Lemán de Suiza y su estado sigue siendo objeto de debate público.
El doctor Riederer también critica la manera en la que se trató en los primeros días a Schumacher. El heptacampeón del mundo de Fórmula 1 fue trasladado al Hospital Universitario de Grénoble, donde estuvo unas semanas hasta que pudo ser evacuado a su domicilio, de donde no ha salido más que para someterse a tratamientos.
Los doctores que allí le trataron, según Riederer, quedaron demasiado impactados por la relevancia pública del paciente y el revuelo mediático y, por eso, posiblemente no actuaron correctamente. «En neurocirugía siempre decimos que ‘el tiempo es cerebro’, lo que quiere decir que hay que actuar de inmediato. En mi opinión, esperaron demasiado hasta que el cerebro se alivió. Si dejas pasar el tiempo, se destruye masa cerebral», afirma.
Schumacher no pudo ser intervenido hasta que no se alivió el hematoma cerebral que le produjo la caída mientras esquiaba, y estuvo unos días en estado crítico hasta que, una vez estabilizado, ya se le pudo someter a una primera intervención reconstructiva.