Incautadas cuatro toneladas de hachís .Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con la Guardia Civil, han intervenido casi cuatro toneladas de hachís en una macrooperación contra un grupo de narcos que, presuntamente, utilizaba Canarias como nueva vía de entrada al país. Importaban la droga desde África a España con el objeto de distribuirla por la península y por Europa. Contaban con una gran infraestructura desarrollada por una empresa que se encargaba de transportar la sustancia estupefacientes desde las islas a la península a través del puerto de Alicante, ocultándola en grandes compartimentos de madera por medio de contenedores marítimos. Antes de enviar la sustancia ilegal a Madrid, donde la almacenaban en naves industriales, la organización la enfriaba en establecimientos y locales del archipiélago canario a la espera de ser remitida regularmente con la certeza de no ser descubiertos. Además, para evadir la acción policial desarrollaban operaciones de contra vigilancia durante varias semanas en los puertos y lugares que pretendían usar para introducir el hachís.

Incautadas cuatro toneladas de hachís, la investigación comenzó cuando los agentes tuvieron constancia de la existencia de una ruta para introducir sustancias estupefacientes a la península realizan do una parada previa en las Islas Canarias. Con esta novedosa técnica, pretendían evadir la acción policial y conseguir distribuir fácilmente la droga por Europa. Con las primeras pesquisas averiguaron que los integrantes del grupo de narcotraficantes contaban con establecimientos y locales donde enfriaban la droga procedente de África, antes de remitirla a Madrid.
Droga oculta en grandes compartimentos de madera
Avanzadas las investigaciones, descubrieron que tenían una infraestructura desarrollada por una empresa que se encargaba de importar la droga a la península en contenedores marítimos. Para que pudiese pasar desapercibida la ocultaban en grandes compartimentos de madera. Además, los líderes controlaban en todo momento los movimientos de la droga desde su base en las Islas Canarias, donde llevaban una vida aparentemente normal y discreta. Para ello, utilizaban complejos artificios técnicos y estructuras comerciales, con los que coordinaban que sus principales lugartenientes se desplazaran a la Península Ibérica de forma previa a la llegada de la droga a Madrid.