Si la última investigación arqueológica realizada en 2018 estuvo promovida desde la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias, en esta segunda fase, el Ayuntamiento de La Oliva se involucra con financiación, además de con la cesión del espacio, pues a cueva se encuentra en un terreno municipal.
Esta fase, que se viene desarrollando desde el mes de julio de 2019, cuenta con novedades como ampliar la superficie de excavación, tratando de delimitar la entidad del yacimiento, o nuevos análisis del material arqueológico, «estamos ante una cápsula del tiempo. La cueva se tapó y cuando se descubrió, estaba sin alteraciones, tal y como había quedado tras abandonarse en época aborigen», explicó la directora del proyecto, Rosa López, en Mírame TV.
La arqueóloga Rosa López explica en ‘Fuerteventura al Día’ la importancia de los estudios bioantropológicos de los restos del enterramiento de un hombre adulto y un niño, y el análisis del material extraído en la primera fase para conocer más sobre la vegetación, el clima y el paisaje en épocas pasadas, o la búsqueda de semillas para tratar de entender si había cultivos.
La Cueva de Villaverde se descubrió en 1979, tras el derrumbe que unas obras provocaron en este tubo volcánico. En su interior aparecieron un interesantísimo enterramiento aborigen, así como vestigios de poblamiento. Tras las primeras excavaciones realizadas en los años ochenta, el año pasado se retomaron las excavaciones que han confirmado, tres décadas después de abandonarse la investigación, la importancia del yacimiento.
La arqueóloga Rosa López destaca que es importante no solo pensar en la cueva en sí, sino en su conjunto y como parte de un poblado prehispánico hoy desaparecido. «Fuera del tubo hay estructuras anexas, que formaron parte de ese poblado y que actúan como una especie de vestíbulo donde se practicaban actividades cotidianas. Podemos decir que la riqueza patrimonial queda más que demostrada, ya que se ha comprobado la existencia en el exterior de estructuras de muros potentes, de un poblado de entidad, que van más allá del sondeo inicial».
La Cueva de Villaverde, que está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC), es un tubo volcánico con abundantes vestigios del pasado descubierto en 1979 que arrojó importantes hipótesis sobre la prehistoria de la isla, pero que luego cayó en el olvido, cuando se cerró en 1988. Desde entonces no se había realizado ninguna actuación hasta que en 2018, después de cuarenta años, se inicia el proyecto de recuperación del enclave con la financiación de la Dirección General de Patrimonio Cultural y de la mano de la empresa especializada Arenisca.
Visitas guiadas y charlas divulgativas
Dentro de las acciones de divulgación sobre la Cueva de Villaverde, el equipo de investigadores de la empresa Arenisca Arqueología ha organizado visitas guiadas al yacimiento. Estas visitas son gratuitas y abiertas al público en general. Además, mantienen una web donde explican de forma pormenorizada su trabajo a diario con vídeos y fotografías de la excavación.
Desde el Proyecto de Recuperación Cueva de Villaverde continuan apostando por la difusión del patrimonio arqueológico. El próximo lunes 11 de noviembre han previsto la conferencia de la Doctora Rosa Fregel.