Con la salida de los últimos 27 hombres que quedaban en el muelle, el Ministerio de Interior da cumplimiento al requerimiento que le hizo el viernes pasado el Defensor del Pueblo, que le instó a desmantelar «de inmediato» ese campamento, en el que llegaron a hacinarse hace semanas unas 2.600 personas.
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres ha manifestado que lo celebra y que queda mucho por hacer
la intención de la Delegación del Gobierno es desmantelar el campamento
ya que su función de proporcionar un lugar para las primeras 72 horas de retención y filiación la desempeñará ahora otro campamento, el de Barranco Seco, en las afueras de Las Palmas de Gran Canaria.