La patronal turística majorera, Asofuer, insta a las fuerzas políticas de Fuerteventura a trabajar con urgencia para que Dreamland sea declarada `de interés insular´y se desarrolle en La Maxorata “porque supone una excelente oportunidad de poder salir adelante en este contexto actual de crisis económica que derivará en una crisis social, si no hacemos algo”, destaca el presidente de la entidad, Antonio Hormiga.
Sin entrar a valorar la posible ubicación de la ciudad de cine, a pesar de que el suelo planteado entre la autovía y las Dunas de Corralejo se ajusta a los parámetros legales y es apto para las características planteadas, la asociación de empresarios critica con dureza que los grupos políticos no hayan tenido en cuenta la urgente necesidad de declarar el interés de este proyecto “que quedará fuera de las subvenciones del Plan Next Generation EU, el Fondo de Reactivación Social y Económica que promueve la Unión Europea, si no llegamos a tiempo”.
Los plazos no son eternos, insiste Hormiga, y sin subvenciones “será muy difícil encontrar inversores para sacar adelante proyectos, como éste, que no solo generarán empleo, sino que también servirán para diversificar la economía en un momento muy crítico para la industria turística, nuestro monocultivo”.
Sinergias entre el cine y un sector turístico de calidad
El presidente de la patronal majorera se hace eco del malestar de numerosos empresarios de la zona norte que mostraron su “perplejidad” por que el Pleno del Cabildo de Fuerteventura dejara el pasado viernes sobre la mesa la iniciativa. Explica que confiaban en que la apuesta del sector privado por la industria cinematográfica y la creación de una ciudad del cine en ese lugar “permitiría generar sinergias con el sector alojativo que podria nutrirse de turistas de calidad que vienen a trabajar y a divulgar nuestros valores en sus escenas”.
De hecho, Hormiga destaca que el proyecto está dirigido a que las grandes superproducciones no vengan a la Isla a grabar unas pocas escenas “sino que además de utilizar el plató natural que constituye Fuerteventura para grabaciones en el exterior, tengan también la oportunidad de grabar interiores y realizar toda suerte de producciones virtuales. La Maxorata podría convertirse así en una Isla de cine al 100%”.
El proyecto supondría, recalca, un espaldarazo a la industria cinematográfica como generadora de valor, promotora de economía y motor del cambio de paradigma “que nos permitirá salir del esquema de sol y playa para ofrecer alternativas que nos posibiliten diferenciarnos de nuestros competidores siguiendo la senda de la calidad”.
El presidente de los empresarios, quien siempre ha reivindicado formación en el sector turístico en aras de ofrecer oportunidades de empleo de calidad para las futuras generaciones, subraya también la fuerte apuesta que en este ámbito contempla el proyecto. “Apostar por Dreamland, asegura, es ofrecer un futuro mejor a nuestros hijos e hijas”, concluye.