Medio siglo después de la última misión tripulada a la Luna, y con una Estación Espacial Internacional que tiene ya los días contados, la NASA tenía previsto arrancar hoy la primera de una serie de misiones cada vez más complejas para intentar recuperar el sueño de una presencia humana en el satélite natural terrestre.
Si todo hubiese ido bien, la misión Artemisa 1 habría sido lanzada hoy a las 14.33 horas desde un «modernizado» Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral (Florida), el mismo desde el que despegaron las misiones del programa Apolo que enviaron personas a la Luna entre 1969 y 1972.
Los ingenieros encontraron un problema en uno de los motores que no fueron capaces de resolver a tiempo. La próxima oportunidad será el próximo viernes, donde se volverá a probar suerte. «No lanzamos hasta que todo esté bien«, ha insistido Bill Nelson, administrador de la NASA, quien ha referido problemas durante la «purga» de uno de los motores. «Lo arreglarán y después volaremos«, ha dicho Nelson, quien ha recalcado que posponer misiones de esta complejidad es algo común y entraba dentro de lo esperable. «Esto forma parte del negocio espacial, sobre todo en un vuelo de prueba», ha argumentado.
La situación se ha complicado poco antes de la hora prevista, cuando se han empezado a conocer diversas dificultades que han ido retrasando retrasado el lanzamiento. Según Derrol Nail, que ha ejercido de portavoz durante la retransmisión en directo, mientras se iban sucediendo los retrasos, los ingenieros se han topado con un problema técnico «especialmente complicado» en uno de los cuatro motores del cohete.